Las trampas se deben situar a 10m de distancia unas de otras. Debido a su fácil manejo, se pueden colocar a mayor distancia en cuyo caso se deben desplazar cada 2 semanas para asegurar que se cubre toda la superficie. Si se detectan focos de plaga, la facilidad de transporte permite desplazar temporalmente trampas de zonas con muy pocas capturas hacia estos focos. Esta maniobra ayuda al control en zonas donde la incidencia del picudo es mayor.